Vivir en el Espíritu

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Los Columbanos nos encontramos compartiendo nuestras vidas con los pobres del mundo; inevitablemente nos encontramos con sentimientos de frustración e impotencia que nos llevan a preguntarnos ¿por qué?, ¿por qué esta pobreza?, ¿por qué las injusticias?.

Al mismo tiempo experimentamos la fe y generosidad de los pobres a quienes acompañamos en su lucha diaria por la justicia y manera digna de vivir.

Un columbano siempre será un hombre de oración, una oración animada y enriquecida por aquellas personas con quienes reza.  Ya sea orando alrededor de una fogata con originarios de Pakistán, ofreciendo la Eucaristía en una colina de Taiwán o bendiciendo los alimentos en una comunidad de Perú.