En el Perú estamos desde 1952 cumpliendo nuestra misión de anunciar el Reino de Dios a los pobres.
Invitados por el Arzobispado de Lima, llegamos para vivir en las zonas periféricas de la Lima en formación: San Martín de Porras, Independencia, Naranjal.
Compartimos con gente buena que nos acogió, el nacimiento y el crecimiento de muchos barrios, de muchas historias, de muchos esfuerzos.
Una vez que las parroquias podían sostenerse con agentes pastorales formados y responsables, fuimos dejando las parroquias para acudir a nuevas donde el llamado misionero nos urgía.
Esta labor la hicimos no solamente en Lima, también, estuvimos en Huasahuasi, Tarma – Junín, Samanco, Chimbote – Huaráz, en Combapata, Livitaka y Chamaca en Cusco, y estamos en Yanaoca, Canas – Cusco.
Desarrollamos también proyectos de promoción social para atender a sectores particularmente vulnerables de los sectores populares: niños y niñas, mujeres, población LGTBI, niños y niñas con habilidades diferentes.