En el Evangelio vemos a Jesús realizar el milagro de hacer caminar a un paralítico.
Ahora, podemos decir, que el milagro se repite, trabajando no directamente, sino
a través de la intervención de personas como tú y yo. (Lc.5,23)
En Lima, los Misioneros Columbanos estamos apoyando a un instituto de educación especial (“Manuel Duato”), dónde algunos de los alumnos sufren de parálisis cerebral.
Generalmente, se supone que niños así nunca van a poder caminar. Sin embargo, gracias al empeño la paciencia de los profesores y fisioterapeutas y la generosidad de algunos benefactores Columbanos, Jesús, les está diciendo nuevamente, a cada uno, “¡Levántate y anda!”.
La mamá de Camila se había resignado al hecho de que su pequeñita nunca iba a poder caminar como los demás niños. Sin embargo, ahora ve como su hija está dando sus primeros pasos, con la ayuda de su profesora Nancy, sus fisio-terapeutas Carlos y Carla y un artefacto donado por nuestros benefactores.
El artefacto es un andador ajustable. Camila se posiciona por dentro, suspendida por un arnés, pero con los pies apoyados en el suelo. Su mamá lo va jalando, Camila intenta caminar, y el fisio-terapeuta guía sus movimientos. ¡Es muy fácil!
Hemos comprado cuatro andadores, que son sencillos pero muy valiosos. Con esta flota, esperamos ofrecer el milagro de caminar a todos los niños del salón de parálisis cerebral, y hacer reales los sueños de niños y niñas como Camila.
P. Jhon Boles